Tal cual, como en los casos presentados en Somalia, Uganda, entre otros países africanos, un joven de 16 años, Gilberson González, llora sin lágrimas por su severa desnutrición.
Un caso que evidencia la grave situación del departamento y la importancia de garantizar que los programas de nutrición para la niñez, pagados por el presupuesto nacional se cumplan a cabalidad mediante permanente vigilancia y una continuidad de las políticas benéficas en esta área de cara a los juveniles.
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De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, La Guajira, uno de los departamentos con mayor cantidad de población indígena, ha reportado en lo que ha corrido del año, la escandalosa cifra de 1847 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años, la mayor del país, y 69 muertes por desnutrición en general. Todo esto sin contar, el subregistro, los casos de niños guajiros que son diagnosticados y los que mueren fuera del departamento, en centros de acopio como Barranquilla.
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